La salsa holandesa es una de las cinco salsas madre de la cocina francesa, conocida por su rica textura y su delicioso sabor mantecoso.
Contenido
¿Cómo hacer salsa holandesa?
Es una salsa emulsionada, que combina yemas de huevo, mantequilla clarificada y jugo de limón. Perfecta para acompañar platos como los huevos benedictinos, espárragos, pescados y mariscos.
Información nutricional
Cada ración de salsa holandesa contiene aproximadamente 350 kcal, 2 g de carbohidratos, 38 g de grasas, 3 g de proteínas, 0 g de fibra, 0 g de azúcares, 215 mg de colesterol y 190 mg de sodio.
Receta de salsa holandesa original
Preparación: 10 minutos
Cocción: 10 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 3 yemas de huevo
- 200 g de mantequilla
- 1 cucharada de limón
- 1 cucharada de agua
- 1 pizca de cayena
- Sal
- Pimienta blanca
Preparación
- Derrite la mantequilla a fuego lento. Una vez derretida, retira la espuma que se forma en la superficie y separa la parte líquida amarilla (mantequilla clarificada) de los sólidos lácteos que quedan en el fondo. Mantén la mantequilla clarificada tibia.
- En un bol resistente al calor, mezcla las yemas de huevo con el agua y el jugo de limón. Coloca el bol sobre una olla con agua hirviendo a fuego lento, asegurándote de que el fondo del bol no toque el agua. Bate constantemente hasta que las yemas se espesen y tengan una textura cremosa.
- Retira el bol del fuego. Añade la mantequilla clarificada tibia lentamente en un chorro fino, batiendo constantemente. Es importante agregar la mantequilla poco a poco para que la salsa no se corte.
- Una vez incorporada toda la mantequilla, sazona la salsa con sal, pimienta blanca y una pizca de cayena si lo deseas. Si la salsa queda demasiado espesa, puedes añadir un poco de agua tibia para ajustar la consistencia.
- Mantén la salsa holandesa tibia hasta el momento de servirla, ya que puede volverse a espesar si se enfría demasiado.
Origen de la salsa holandesa
La salsa holandesa tiene sus raíces en la cocina francesa, aunque su nombre sugiere un origen holandés esto puede deberse a la influencia holandesa en la gastronomía europea durante el siglo XVII.
¿Sabías qué?
La salsa holandesa es considerada una de las salsas más difíciles de preparar debido a su emulsión delicada, por lo que su técnica requiere precisión y paciencia para evitar que se corte o se coagule.