Las albóndigas de pollo en salsa española combinan la suavidad y versatilidad del pollo con el rico y profundo sabor de una de las salsas más emblemáticas de España.
Contenido
- 1 ¿Cómo hacer albóndigas de pollo?
- 2 Receta de albóndigas de pollo en salsa española
- 3 Consejos adicionales
- 4 ¿Se pueden congelar las albóndigas?
- 5 ¿Puedo usar pechuga de pollo?
- 6 ¿Qué puedo usar en lugar de pan rallado?
- 7 ¿Cómo evitar que las albóndigas se deshagan?
- 8 ¿Qué guarniciones van bien con este plato?
- 9 Información nutricional
- 10 Beneficios y propiedades
- 11 ¿Sabías qué?
- 12 Recomendamos
¿Cómo hacer albóndigas de pollo?
Se trata de un proceso sencillo que involucra mezclar el pollo con hierbas y especias, formar las albóndigas y cocinarlas en una salsa rica y compleja, hecha a base de tomates, ajo y hierbas.
Receta de albóndigas de pollo en salsa española
Preparación: 25 minutos
Cocción: 30 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
1. Albóndigas
- 500 g de carne de pollo molida
- 2 dientes de ajo picados
- 1 huevo
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimentón
- ¼ cucharadita de pimienta
- ¼ taza de pan rallado
2. Salsa española
- 400 g de tomates triturados
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo picados
- 1 pimiento rojo en cubos
- 1 cebolla picada
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de tomillo seco
- ½ taza de caldo de pollo
- Sal fina
- Pimienta
Preparación
- En un bol grande, combine el pollo molido, el huevo, el ajo, la sal, la pimienta, el pimentón y el pan rallado. Mezcle bien hasta obtener una masa homogénea. Forme bolas de tamaño uniforme y reserve.
- En una sartén grande, caliente el aceite de oliva a fuego medio. Añada la cebolla y el ajo, y sofría hasta que estén transparentes. Agregue el pimiento rojo y cocine por unos minutos más. Incorpore los tomates triturados, la hoja de laurel, el tomillo, sal y pimienta. Deje que la salsa hierva suavemente.
- Añada las albóndigas a la salsa y cubra la sartén. Cocine a fuego lento durante unos 25 minutos o hasta que las albóndigas estén bien cocidas. Agregue el caldo de pollo según sea necesario para mantener la salsa no muy espesa. Sirva las albóndigas calientes, idealmente con un poco de arroz blanco o pan para aprovechar la deliciosa salsa.
Consejos adicionales
- Para que las albóndigas queden más jugosas y no se sequen, puedes añadir un poco de leche o caldo al pan rallado antes de mezclarlo con la carne.
- Si quieres una salsa más intensa y sabrosa, puedes dorar ligeramente las albóndigas en una sartén con un poco de aceite antes de añadirlas a la salsa.
¿Se pueden congelar las albóndigas?
Si las congelas crudas, colócalas en una bandeja separadas para que no se peguen y luego en una bolsa hermética. Si ya están cocidas, almacénalas en un recipiente con la salsa y descongela en la nevera antes de recalentar.
¿Puedo usar pechuga de pollo?
Puedes moler pechuga de pollo en la procesadora o picarla finamente. Sin embargo, la carne de muslo o una mezcla de pechuga y muslo dará más jugosidad y sabor a las albóndigas.
¿Qué puedo usar en lugar de pan rallado?
Puedes usar avena molida, harina de almendras o incluso puré de patata. Estos ingredientes ayudan a mantener la textura sin alterar demasiado el sabor.
¿Cómo evitar que las albóndigas se deshagan?
Si la preparación está muy blanda, añade un poco más de pan rallado o déjala reposar 10-15 minutos en la nevera para que se firme.
¿Qué guarniciones van bien con este plato?
Las albóndigas en salsa española son perfectas con arroz blanco, puré de patatas, pasta o incluso con pan para mojar la salsa. También puedes servirlas con una ensalada verde para equilibrar el plato.
Información nutricional
Cada ración de albóndigas de pollo en salsa española contiene aproximadamente 320 kcal, 20 g de proteínas, 18 g de grasas (3 g saturadas), 110 mg de colesterol, 12 g de carbohidratos, 5 g de azúcares y 600 mg de sodio.
Beneficios y propiedades
Alta en proteínas gracias al pollo y con menor contenido de grasas comparado con albóndigas de carne de res.
¿Sabías qué?
Las albóndigas se originaron en Persia, donde eran conocidas como ‘kufteh’, que significa ‘machacado’. Llegaron a España con los moros durante la invasión del siglo VIII y se han adaptado en la gastronomía local con ingredientes y técnicas regionales.
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