La salsa brava es una de las salsas más icónicas de la cocina española, conocida por su sabor picante y su versatilidad para acompañar platos como patatas bravas, calamares a la romana o incluso como aderezo para hamburguesas y sándwiches.
Contenido
¿Cómo hacer salsa brava?
La salsa brava se prepara cocinando tomate, cebolla, ajo y especias a fuego lento, luego se mezcla con pimentón y caldo de pollo para obtener su característico sabor.
Información nutricional
Cada ración de salsa brava española contiene aproximadamente 50 kcal, 1 g de proteínas, 3 g de grasas totales (0.5 g de grasas saturadas), 6 g de carbohidratos (4 g de azúcares) y 200 mg de sodio.
Receta de salsa brava española
Preparación: 15 minutos
Cocción: 30 minutos
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 4 tomates maduros picados
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cebolla picada
- 1 taza de caldo de pollo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de pimentón dulce
- ½ cucharadita de pimentón picante
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo picados y saltea hasta que estén dorados y fragantes.
- Añade los tomates picados a la sartén y cocina durante unos 15 minutos, o hasta que se ablanden y comiencen a desprender líquido. Añade el pimentón dulce y el pimentón picante a la mezcla de tomate, cebolla y ajo. Revuelve bien para combinar los sabores.
- Vierte el caldo de pollo en la sartén y cocina a fuego lento durante otros 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa se reduzca y espese. Si prefieres una textura más suave, puedes usar una licuadora de mano para triturar la salsa.
- Sazona la salsa brava con sal y pimienta al gusto. Sirve caliente sobre patatas bravas, calamares a la romana u otros platos de tu elección.
Beneficios y propiedades
El tomate es rico en vitamina C, un antioxidante importante para el sistema inmunológico. El pimentón aporta sabor y un toque picante a tus platos.
¿Sabías qué?
La salsa brava es una parte esencial de las tapas españolas y se ha convertido en un elemento emblemático de la cultura gastronómica de España, siendo especialmente popular en la región de Madrid, donde se sirve tradicionalmente con patatas bravas.