
Una tradicional receta de callos muy típica de España y que se prepara de diferentes maneras dependiendo de la zona del país, en esta caso unos deliciosos callos a la gallega.
Contenido
- 1 ¿Cómo hacer callos a la gallega?
- 2 Información nutricional
- 3 Receta de callos guisados
- 4 Consejos adicionales
- 5 ¿Se pueden congelar los callos guisados?
- 6 ¿Es necesario usar panceta y chorizo?
- 7 ¿Cómo evitar que los callos tengan un olor fuerte?
- 8 ¿Qué cortes de ternera son recomendables?
- 9 Beneficios y propiedades
- 10 Consejos de servicio
- 11 Recomendamos
¿Cómo hacer callos a la gallega?
En Galicia es costumbre preparar los callos guisados con garbanzos, en comparación con los callos que se elaboran en Madrid o Asturias, todos platos de preparación larga pero con un resultado magnífico.
Información nutricional
Cada ración de callos guisados a la gallega contiene aproximadamente 410 kcal, 35 g de carbohidratos, 22 g de grasas, 21 g de proteínas, 9 g de fibra, 3 g de azúcares, 58 mg de colesterol y 820 mg de sodio.
Receta de callos guisados
Preparación: 24 horas
Cocción: 3 horas 30 minutos
Raciones: 8 personas
Ingredientes
- 500 g de garbanzos
- 500 g de callos de ternera
- 500 g de pata de ternera
- 150 g de panceta
- 4 dientes de ajo
- 2 chorizos
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla
- 1 guindilla
- 1 hoja de laurel
- 1 limón
- 1 cucharada de pimentón
- Sal
- Pimienta
Preparación
- Un día antes de la elaboración (24 horas), disponer dos bol medianos y en uno de ellos remojar los callos de ternera con un poco de zumo de limón y en el otro la pata de ternera trozada, cubrir con papel film y reservar en la nevera. La noche antes de la elaboración (12 horas) remojar los garbanzos en agua con sal a temperatura ambiente.
- En un una cazuela grande callos y la pata ternera, cubrir con abundante agua fría y calentar a fuego medio, llevar a hervor y cocinar por unos 40 minutos. Cortar los 150 gramos de panceta en trozos pequeños, pelar y picar la cebolla y los dientes de ajo. Reservar. Añadir a la cazuela la panceta, el ajo, la cebolla, los chorizos enteros, el aceite de oliva, el pimentón dulce, la guindilla y la hoja de laurel, revolver todo para integrar aromas y sabores, llevar a hervor e incorporar los garbanzos hidratados.
- Salpimentar a gusto y cocinar todo a fuego medio durante 2 horas y media o hasta que la carne esté bien cocida. Rectificar sazón. Servir los callos guisados a la gallega inmediatamente o reposar por un día antes de servir, lo que terminará de integrar perfectamente la preparación.
Consejos adicionales
- Para obtener callos tiernos pero firmes, hierve primero con agua y limón y no los cocines a fuego demasiado fuerte. Esto ayuda a que no se deshagan durante la cocción prolongada.
- Deja reposar los callos guisados un día antes de servirlos. El reposo permite que los sabores del chorizo, panceta y especias se integren mejor.
¿Se pueden congelar los callos guisados?
Sí, se recomienda congelar en porciones individuales una vez que estén completamente fríos. Se pueden conservar hasta 2 meses.
¿Es necesario usar panceta y chorizo?
No estrictamente, pero ambos aportan un sabor característico a los callos a la gallega. Se puede usar una versión más ligera con jamón cocido o incluso sin embutidos, ajustando las especias.
¿Cómo evitar que los callos tengan un olor fuerte?
Añadir un poco de limón al agua de cocción y cocinar con la cazuela tapada ayuda a reducir olores fuertes. También se recomienda ventilar la cocina durante la preparación.
¿Qué cortes de ternera son recomendables?
Para un resultado tradicional, se recomienda usar callos, pata y morro de ternera. Cortes alternativos como jarrete o tendones también funcionan, pero aportan distinta textura y sabor.
Beneficios y propiedades
Es muy completo en proteínas y contiene vitaminas esenciales como la vitamina B12 y zinc, también es bajo en grasa, lo que lo convierte en una gran elección para quienes buscan perder peso o mantener una dieta sana.
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Consejos de servicio
Al servir callos a la gallega, no hay nada mejor que un buen pan gallego para remojar en la salsa, al igual que un vaso de vino tinto que nos ayudara a crear un maridaje perfecto.
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